martes, 7 de junio de 2011

Como Mafalda

Imagina la sensación que tendría Mafalda si su madre le dijera que había de cenar su plato preferido, y cuando está esperándolo en la mesa le plantan un plato de sopa.


Un chasco como una catedral. Esa es la sensación que estoy teniendo un poco desde aquél día.

Cuando por una vez nos habíamos unido para salir a la calle y que nos escucharan y como si todo lo que tocáramos o decidiéramos se convirtiera inevitablemente en lo más rancio , a mi parecer el movimiento que se inició el 15 de Mayo pierde mucho fuelle. Era inevitable que llamar demasiado la atención de los medios iba a distorsionar un poco la cosa, la idea era que se nos escuchara, no convertir en un Gran hermano permanente todo lo que habíamos conseguido tantos miles de personas. Y es que ahora la palabra " indignados" se escucha cada minuto y suena cansina: Lo que al principio era un "Los indignados se mantienen y siguen luchando blablabla"...Se ha ido convirtiendo en "Los indignados y la higiene" "Los indignados como saco de boxeo de los mossos de escuadra" "Los indignados limpian para demostrar lo de la higiene"..... Y los que al principio eran ciudadanos indignados de toda clase, edad y condición que pedían un cambio abiertamente, se han convertido en "indignados" con cierto carácter despectivo (véase antena 3).Lo repiten de una forma tan rancia que llegué a la conclusión de que ya eran carnaza de la prensa para las noticias más morbosas, cual Belén Esteban (Que si practican sexo en las plazas, que si alguien que "no les representa" ha hecho algo que la ha liado...).


Olvidándome de los medios de desinformación, también he visto la plaza, y lo que se ve en Granada es un poco lamentable. Odio decir esto, pero creo que no sólo los medios han contaminado el movimiento, sino también las propias acampadas. ¿Qué sentido tenía dormir en la calle? ¿Realmente lo pensaron bien al decidirlo o estaban drogados por el éxito de las manifestaciones? No se ha evitado que hagan este movimiento suyos también las feministas, los anarkistas, y todos los que se te ocurran; y cuando se dieron cuenta ya era tarde, porque las plazas se han convertido en las residencias de verano al aire libre de los Okupas.

Realmente muchas de las personas que allí estábamos desde el principio éramos estudiantes, y lo lógico era seguir informándonos y manteniéndonos , participar en nuevas propuestas...Pero también seguir luchando por tener un futuro, ya que si nos quejamos de que políticos y bancos nos han dejado casi sin él, no tiene sentido abandonar la única vía por la que se llega. Y esa vía es, lógicamente, estudiando/currando, que es lo que estamos haciendo la mayoría ahora en Junio (e incluso antes).

Ahora -tarde también- en muchos sitios se ha decidido disgregarla en barrios y seguir manteniendo el espíritu mediante nuevas manifestaciones y campañas...¿Pero cuántas "asambleas" se han hecho ya?Ninguna parece ser definitiva. Lo peor es que parece que no soy la única que pierde la fé cuando pasa por la plaza del Carmen y ve a un perroflauta haciendo malabares, 4 perros y 2 pancartas para justificarle. Pero no pierdo la fé en los ideales, ni en personas como Jose Luís Sampedro...Así que no puedo tirar la toalla todavía. Eso sí, yo duermo en mi cama, como siempre.

Por cierto, esta es la última entrada que le dedico al tema, que me estoy pareciendo a Matías Prat.

No hay comentarios:

Publicar un comentario