Primera Etapa
Para llegar a este bello enclave, lo primero que hay que hacer es rezar. Mucho. Rezar para encontrar billetes de autobús antes que los tropecientos estudiantes que "vienen para abajo", como se suele decir. En caso de que haya, rezar para que sea directo. En caso de que no haya, moriréis a manos de vuestras madres como no lleguéis para el 24. Una vez calmada la mente y billetes en mano, hay que volver a pedirle al Señor Oscuro que te toque al lado una persona que reuna estos requisitos mínimos: Que no sea más ancha que el asiento y que te deje en paz (nota: estas cosas me han sido imposible las 2 últimas veces). Y puestos a pedir, que no lleve un bocadillo de chorizo. Una vez en el medio de transporte, lo que se suele hacer es lamentarse de no haber cogido el tren. Después, intentas mentalizarte de nuevo, esta vez sobre las 3 horas que te quedan por delante en esa maldita lata de calefacción infernal. Es una buena ayuda encender algún aparato con música, porque así según lo que escuches te crees que estás realmente de vacaciones o que será un viaje divertido.
Segunda Etapa
Al fin, te bajas de la maldita lata, y saboreas la agradable brisa marina de Algeciras. En algeciras destacan varias especies endémicas, como el taxista algecireño. El taxista algecireño se caracteriza por una ignorancia soberana sobre todo lo que esté más alla de sus dominios carreriles, y suelen amenizarte el viaje al puerto con expresiones como " Po yoh Seuta la serraba y de ahí no venía ni dióh, y atomaporculo", o , " está bien que haya universidad allí porque así pueden ir los moritos y los cristianos" ( me cansé de escribir en algecireño). Otra especie endémica destacable son los taquilleros del puerto. Como rasgo característico destacan: No saber nada sobre ninguna información que le pidas, odiar hacer fotocopias de DNI, y sobretodo, hacerte perder el tiempo para que al final pierdas el ferry, y los tengas que matar a todos. Pero eso es otra etapa. En esta ciudad también destaca el medio ambiente, como son sus playas bañadas en una ligera capa de petróleo, y un cálido aire "puro" cortesía de Acerinox. Sin duda, la perla de cádiz, Algeciras.
Una vez sorteados los obstáculos de la fauna propia, volvemos a rezar para no tener que esperar una hora en el puerto. Evidentemente, aquí el rezo ya no funciona y solo te queda la resignación y acordarte de las familias de la mencionada fauna que te hizo perder el tiempo. Al fin llega la hora de subirte al barco, y si ese día los astros se han alineado para que salga, y tienes suerte, en "35 minutos", que en idioma ferryliano significa "1 h 30 minutos", llegas a Ceuta. Mientras recorres el estrecho suele invadirte la sensación de que te daría tiempo escribir un best seller o hacer el doctorado, pero como eso da pereza, el barco de proporciona numerosos servicios de ocio que te " amenizan el viaje". Además, puedes comprar cosas tan útiles y cotidianas como perfumes y joyas. Lo que se lleva últimamente son los ferrys tipo " te regalo una tapa y así te olvidas de que te da tiempo hacer un doctorado antes de llegar a tu casa". Si te acercas entonces a degustar una de estas tapas que acortan el tiempo, es cuando puedes observar una buena muestra de la fauna endémica de Ceuta. Puedes degustar sabrosas " panadillas" , o "saladillas", según la camarera autóctona. A dicha camarera puedes dirigirte en tu idioma, pero ella dará la orden de lo que has pedido en Klingon al otro camarero,y es entonces cuando tienes que rezar otra vez para que te hayan entendido. Así, entre tantos especímenes exóticos y una decoración digna de un spa, te hacen sentir como un verdadero turista aventurero dirigiéndose a las salvajes costas africanas. Al final, llegaréis a esta maravillosa ciudad sobre las 6 de la tarde, se te habrán pegado todos los olores por el camino, serás algo más pobre debido a seres como los taxistas endémicos, y tu careto te recuerda que te levantaste a las 8. Es entonces cuando sabes que la odisea ha terminado y puedes decir " bueno... pues ya estoy aquí".

Marla RJ
ufff menos mal que este año me ahorro todo eso...porque lo del bocata de chorizo en el bus me jode demasiado y antes de pasar por eso he decidido que vengan mis padres aquí y que por una vez lo vivan ellos en sus propias carnes!
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